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AMLO no es bienvenido en Chiapas Opinión de Verónica Malo Guzmán Fecha: 03/10/2024 Hora: 15:23 hrs. Tuvo todo o casi todo. La oportunidad de ser un gran estadista, más allá de ser la adoración de millones de personas. Pero no se le dio la capacidad y lo sabe. Y si bien todavía hay aplausos que darán algo de cobijo a su narcisa personalidad, no es necesario que se vea en el espejo para saber que esa idolatría ya no llegará muy lejos. Por eso ahora se escuchan sus pretextos para no migrar a Chiapas como lo había prometido. Haber pospuesto su ida a Palenque no se debe a que se está “aclimatando” como pregonó. Tampoco a que se está cerciorándo de que Claudia Sheinbaum despegue o se estrelle… Ni siquiera a que le arreglen su finca o los alrededores. Esto último ya ocurrió con cargo al erario, como bien lo han dado a conocer Carlos Loret y Latinus (más de 2 mil millones de pesos en obras; desde un hospital que queda a 5 minutos de su rancho con tecnología de punta, pasando por un cuartel de policía militar y nuevas vialidades, hasta parques y ciclovías). Allá, eran personas que fueron ultimadas de forma violenta; en Chiapas, el incremento de violencia avisa y grita un mensaje de los criminales: no lo quieren por esos rumbos. En la entidad del sureste, los enfrentamientos entre grupos delincuenciales se han recrudecido más allá de la media nacional y no piensan parar para ofrecerle paz a los pobladores, pero tampoco al expresidente. Incomprendido debe sentirse al saber que sus abrazos no funcionaron... El crimen organizado ha decidido que el único gobierno válido en municipios como Chicomuselo, Motozintla, Bella Vista, Comalapa, Corzo y Siltepec es el de sus armas. Casi medio millón de niños sin clases, aunque la SEP estatal diga que “todo funciona perfectamente”. Tan perfecto que es la primera vez en la historia que los chiapanecos salen huyendo de sus casas y de sus poblados para ir a buscar refugio a ¡Guatemala! López Obrador siendo presidente negó una y otra vez la violencia que azota a Chiapas. Violencia de tal magnitud que nunca nadie imaginó pudiera llegar a darse ni siquiera con el ejército zapatista. Así que hoy parte de su recálculo en los planes de vida es consecuencia de la dificultad de reconocer lo que le faltó hacer —entre miles de otras cosas— como titular del Ejecutivo federal. Repito: no supo ser jefe de Estado. Y como no tiene idea de lo que se requería para ser un estadista, a él no le afecta tener que irse “aclimatando” en la Ciudad de México mientras que los chiapanecos sufren la violencia y en éxodos dejan todo detrás. El narco y no el gobierno controla la frontera sur de nuestro país. Las bases militares en Chiapas han sido atacadas por los maleantes. Estos asolan a las poblaciones de la Sierra. El grito en diversos municipios de Chiapas es “¡nos están matando!”, la frontera con Guatemala se encuentra demasiado lejos, a 25 kilómetros, cuando los grupos criminales han convertido un campo de batalla los antes pacíficos poblados. Como en otras partes del país, los comercios cierran sus puertas ante las balaceras y las amenazas frontales de tener que apoyar a “x” o “y” grupo criminal so pena de que si no lo hacen, los matan. La soberanía nacional de López Obrador no existe en Chiapas. Al estado rico en recursos naturales y pobre durante décadas por la rapiña de sus gobernantes se le suma ahora que su población tiene que huir. López Obrado presume que lo cuida el pueblo. Pues bien, cuando finalmente se vaya a su rancho no lo cuidará el pueblo; este está demasiado ocupado cuidándose a sí mismo. Lo cuidarán los impuestos de todos nosotros los contribuyentes y los militares que deberían velar por la seguridad de los demás ciudadanos. * Usuario, Fecha y Hora de Creación: ID5 - 03/10/2024 - 15:25:41 hrs.
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