Hay una notable disminución en los incidentes de inseguridad en las inmediaciones del campus, afirmó Jessica Martínez Escamilla, estudiante de la Facultad de Educación Física de la Universidad Veracruzana (UV).

Alrededor de cuatro a seis meses, las calles aledañas eran solitarias y el alumbrado público deficiente, lo que generaba temor entre los estudiantes, especialmente en horarios vespertinos.
Para minimizar los riesgos, los alumnos han ajustado sus horarios, evitando clases después de las 8 de la noche, ya que no todos cuentan con vehículo propio.

Aunque no se ha recortado oficialmente el horario académico, los estudiantes prefieren clases más tempranas. Martínez destacó la solidaridad entre los alumnos, quienes se cuidan mutuamente, especialmente las mujeres, que suelen ser acompañadas por compañeros varones al salir.

Confirmó que se solicitaron rondines policiales en la zona, lo que ha contribuido a reducir los incidentes.

Actualmente, no se reportan asaltos, y la situación es más tranquila. Sin embargo, el alumbrado público sigue siendo intermitente, funcionando algunos días y otros no, lo que mantiene cierta preocupación.

Las facultades cercanas, como Ingeniería, Nutrición, Medicina y Comunicación, enfrentan problemas similares debido a calles poco iluminadas.

Aunque no se identifican zonas específicas de alto riesgo, la falta de alumbrado sigue siendo un desafío en la región. Los estudiantes continúan tomando precauciones para garantizar su seguridad.

Por otra parte, Martínez denunció casos de acoso por parte de un profesor de la Facultad de Educación Física, quien sigue impartiendo clases pese a las quejas presentadas.

Entre tres y cuatro alumnas reportaron comentarios ofensivos y humillantes, como críticas a su apariencia física o insinuaciones inapropiadas para aprobar materias. También se han registrado agresiones verbales hacia estudiantes varones, quienes, por temor, no han formalizado denuncias.

El proceso contra el profesor, presentado ante el director de la facultad y escalado a autoridades en Xalapa, resultó en una suspensión de apenas 15 días, sin cambios en su comportamiento.

Esta situación ha generado desconfianza en los procedimientos institucionales, al punto que las estudiantes evitan tomar clases con él y ya no creen en el sistema de denuncias.

Martínez lamentó que, a pesar de las evidencias, el profesor, de edad avanzada, no haya sido retirado ni haya modificado su actitud.