-Alex, pasante de Psicología, convierte las banquetas del boulevard en espacios seguros para quienes necesitan hablar y ser escuchados. Con solo un cartel y disposición humana, busca romper el silencio que rodea la salud mental.

Lo que comenzó como una simple inquietud se ha transformado en una iniciativa que está tocando vidas. “Charlas de Banqueta” es un proyecto creado por Alex, pasante de Psicología con enfoque clínico, quien, desde su experiencia humana y académica, decidió salir a las calles con un cartel que invita a conversar sin juicio, sin diagnóstico y sin presión.

“Hay muchas personas cargando emociones en silencio, que no buscan una consulta formal, sino un espacio seguro para ser escuchadas”, afirma Alex. La iniciativa, aunque reciente, ya ha generado una respuesta profundamente humana entre quienes se acercan con lágrimas, dudas o simplemente el deseo de hablar.

Las “charlas” se realizan en espacios públicos como parques o el boulevard de Veracruz, donde Alex se sienta en una banqueta y espera que alguien quiera conversar. La dinámica es sencilla: confidencialidad, empatía y escucha activa. A quienes lo necesitan, también se les orienta para buscar atención profesional.

Aunque no reemplaza a la terapia, el proyecto busca ser una puerta de entrada para atender la salud mental, que, según Alex, atraviesa una grave crisis: “Vivimos hiperconectados digitalmente, pero desconectados emocionalmente. La soledad y la ansiedad ya son un problema de salud pública.”

El impacto va más allá del uno a uno.

Algunos participantes ya han expresado su deseo de replicar “Charlas de Banqueta” en sus propias comunidades. “Esto no me pertenece. Es de todos”, dice Alex, quien sueña con que cada vez más personas se animen a escuchar desde la banqueta.

Con datos de la Organización Mundial de la Salud que indican que 3 de cada 4 personas enfrentarán un problema de salud mental en su vida, esta pequeña acción se convierte en un acto de resistencia emocional frente a un mundo que a menudo empuja al silencio.

“Cuando alguien se siente verdaderamente escuchado —concluye Alex— no solo cambia su día… cambia su forma de caminar por la vida.”