En su mensaje navideño, el Obispo de la Diócesis de Veracruz, Carlos Briseño Arch, hizo un llamado a la búsqueda de la paz y la reconciliación.

"La Navidad es la fiesta de la esperanza. Esta esperanza nos viene del anuncio gozoso que recibieron los pastores, que en aquella noche santa velaban por turnos cuidando los rebaños: "Les anuncio una gran alegría: hoy, nos ha nacido el Salvador del mundo" (Cf. Lc 2, 11). A nosotros también se nos ilumina con esa buena noticia".
El prelado católico, dijo que la violencia, la pobreza, el sufrimiento, el abandono, la marginación, el rechazo, la polarización y la incomprensión representan oscuridades que desalientan la esperanza.

Briseño Arch consideró que hay gente que se deja llevar por placeres efímeros y gustos volátiles que no llenan las aspiraciones de la vida.

Además, el religioso manifestó que la presencia de Jesús en el mundo brinda a todos la oportunidad de ser nuevos en todo y que además renueva el amor a Dios y al prójimo y el amor sano y equilibrado a uno mismo.

"Nosotros hemos de acudir con la oración a releer los acontecimientos con la misma mirada de Dios. Viendo nuestra vida, no como una fotografía, estancados solo en lo negativo, sino como una película, reconociendo el pasado con gratitud y mirando el futuro como una película, reconociendo el pasado con gratitud y mirando el futuro como una ocasión para crecer y sacar lo mejor de nosotros mismos", insistió.

Carlos Briseño aseguró que la Diócesis de Veracruz responde como luz ante este mundo marcado por la discordia y la confusión.

"Es verdad que hay muchas oscuridades que desalientan la esperanza: violencia, pobreza, sufrimiento, abandono, marginación, rechazo, polarización e incomprensión. Y es consecuencia de nuestras imperfecciones. Por eso nos dejamos llevar por placeres efímeros y los gustos volátiles, que no llenan las aspiraciones de nuestras vidas. En lugar de dejarnos iluminar por Dios, que viene como Luz del mundo, y nos invita a asumir el camino de la perfección y de la santidad, preferimos escaparnos buscando falsos consuelos, desenfrenos, consumismo, compensaciones, y todo aquello que enajena y nos hace perder la libertad y la capacidad de amar y ser amados. Por falsas alegrías, el hombre pierde la auténtica felicidad y plenitud de la que solo Dios nos colma", sostuvo.

El 9bispo ofreció su mensaje en la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción a través de un vídeo, ya que por motivos personales tuvo que ausentarse de la ciudad de Veracruz.