En política no hay equivocaciones. Pero en cada acto, evento o acción política, siempre existe unas finalidad, y el objetivo de cada movimiento es el de enviar mensajes políticos. En este ámbito todo comunica, todo trae consigo una determinada intencionalidad. En el ámbito local ahora hay movimiento político, y los mensajes encriptados están a la orden del día.
El contexto no es para menos. Sinaloa tiene ya 40 días y 40 noches en medio de un fuerte enfrentamiento entre grupos delincuenciales. Nada de lo que se ha hecho ha podido contener la inseguridad pública. Llegan más y más contingentes de las fuerzas armadas, pero, lejos de disminuir, la violencia sigue en aumento. El gobierno está paralizado y no acierta qué hacer. La ciudadanía es presa del temor, está irritada y encerrada en sus casas. Las calles permanecen desoladas. Los negocios quiebran y la economía regional va en acelerado declive.

Queda claro que en Sinaloa no hay gobierno ni autoridad. Solo están esperando a que los grupos en conflicto se cansen de tanto tirar balazos, de tanto robar vehículos, de tanto quemar autobuses, de tanto bloquear carreteras, y de tanto secuestrar y asesinar personas. Existen fuertes rumores sobre la inminente salida del gobernador. Algunos corren en redes, pero otros surgen desde periódicos y revistas nacionales, algunos de ellos claramente identificados con el gobierno de la 4T. Este es un dato a tomar en cuenta.
Pero recientemente el Partido Morena difundió un documento de gobernadores y gobernadoras de la 4T, donde rechazan a los jueces del Poder Judicial y dan todo su respaldo a la presidenta Claudia Sheinbaum. Todo iba bien, hasta que alguien se percató que aparecian los nombres de todos los ejecutivos estatales de Morena, excepto el del gobernador de Sinaloa. Rápidamente este error se corrigió. Pero sí, efectivamente, en política no hay errores, pero sí los mensajes son muy directos.

¿Por qué se omitió el nombre de Rubén Rocha Moya en el desplegado de los gobernadores y gobernadoras de la 4T? Se pueden especular muchas cosas. Pero lo más seguro es que los dirigentes de Morena y los propios gobernadores, ya habían sido informados sobre la salida del Ejecutivo de Sinaloa. Puede deducirse que ésta era ya una decisión tomada, pero algo o alguien la detuvo de última hora. Incluso, hasta surgieron nombres de presuntos sustitutos en el gobierno de la entidad. Quizá optaron por esperar a la revocación de mandato.
Es claro entonces, que a pocos días de presentar el tercer informe de labores, el actual gobierno de Sinaloa y concluyó. El sexenio se convirtió en trienio. Para todos ya es evidente que la situación en la entidad no puede continuar de la misma manera. Un cambio de gobierno no necesariamente representa la solución a los problemas existentes. Pero sí renueva el ánimo y la esperanza de una sociedad que ya perdió la confianza en sus autoridades, y está harta por lo que sucede.
fuente msn