El arranque de partido parecía encaminado para el Barcelona con el gol de Raphinha que ponía el 4-2 en el global (1-0 en el partido), hasta que una contra de Barcola terminó con la roja a Araújo. El árbitro del encuentro, Kovács, interpretó que el central hizo la falta sobre el atacante francés siendo el último hombre, por lo que no dudo en sacarle la roja. Una decisión con la que no estuvo de acuerdo el uruguayo.
Tras ver que el colegiado le había expulsado, Araújo le insistió en que la tarjeta no podía ser roja porque, según su parecer, Cubarsí estaba unos metros a la derecha de la jugada y, por lo tanto, no era el último hombre. Sin embargo, el trencilla no cambió su decisión y el conjunto culé se quedó con un jugador menos. Por lo que el Barcelona, en caso de clasificarse a semifinales, no podría contar con él.
Esto despertó el enfado del central que, mientras dejaba el terreno de juego camino del vestuario, hizo con la mano el gesto del robo. Una mueca con la que, a raíz de su expulsión, acusa de amaño, y por la que podría ser sancionado por la UEFA.
fuente msn