El mundo que vivimos está basado en la economía, en una época donde el saber y el poder, conforman una estrecha relación de amplias implicaciones, en la magnitud del desarrollo científico moderno, acompañado de innovaciones tecnológicas a gran escala. Entre los factores que estarán afectando el desempeño de la economía mundial después de esta crisis de salud, se pueden mencionar, el débil ritmo de la inversión, la disminución en el crecimiento del comercio internacional, el lento crecimiento de la productividad y los elevados niveles de deuda exterior, además de otros factores como los enormes rezagos, la pobreza extrema, la falta de valores la falta de comunicación (aunque existan las tecnología), la falta de equidad y oportunidades para todos.

Para poder construir una economía más fuerte con una mayor y mejor conciencia social, se tiene que hacer un esfuerzo por hacer crecer la población vulnerable con políticas de mayores financiamiento, así como el mejoramiento de salarios, la orientación en educación a través del medio ambiente y sustentabilidad, promover la investigación científica, y fortalecer la vinculación con el sector productivo, establecer políticas reguladoras en cuestiones de desarrollo y protección social, algo más integral, más consciente pues cada acción que hagamos tiene consecuencias sociales que recaen en la población y en la economía.