Cruz Azul demostró que sí se podía, pero lo hizo por 20 minutos. Dominó al América, lo hizo sufrir y lo tuvo contra las cuerdas hasta que metió el gol. Creyeron que era suficiente pero se les olvidó que era la liguilla y que, sin importar el torneo regular, casi siempre el América se transforma.

Precisamente, los dirigidos por Miguel Herrera se acordaron de lo que se están jugando. Equilibraron la balanza y con eso les bastó para darle la vuelta en el primer tiempo. Los fantasmas regresaban a Cruz Azul, una vez más -y con muy poco- su más grande rival, les estaba sacando un resultado importante.
fuente Màs informaciòn en msn