No se necesita ser un sabio de la política o un experimentado en el tema para darnos cuenta que el trabajo de zapa (perjuicio) que se propuso realizar Miguel Ángel Yunes Linares en contra del gobierno que lo desbancó del poder, ha dado los primeros resultados. Tener de su lado el poder Legislativo y amarrada la Fiscalía del Estado, además de una parte del poder Judicial e infinidad de yunistas infiltrados en dependencias del nuevo gobierno dispuestos a seguir minando la credibilidad de los morenos, significa que Yunes seguirá adelante pasando por encima de los veracruzanos a los que mantiene a raya a través de la violencia que dejó sembrada y que cada día que transcurre aumenta, exhibiendo la incapacidad de quienes arribaron en diciembre al poder.



¿Cómo demonios va a poder instaurar un nuevo gobierno el joven ingeniero Cuitláhuac García Jiménez, si no cuenta con un equipo de personas con experiencia dentro de la función pública, experiencia en el ejercicio del poder y de las miles de formas que hay para hacer sentir, entre los ciudadanos, que el maestro Cuitláhuac es quien conduce los destinos de Veracruz?… Para ser, hay que parecer, decía con toda razón el maestro Jesús Reyes Heroles.

El bien intencionado gobernante veracruzano se debió dar cuenta muy a tiempo de su situación de privilegio frente a sus adversarios del PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Márquez y del PRI-PVEM, José Yunes Zorrilla, el primero con toda la fuerza del estado porque su padre era el gobernador y el segundo con una gran presencia política y la ventaja de ser uno de los mejores amigos de quienes estaban en la cúpula priista del poder nacional. Cuitláhuac se dio cuenta de la fuerza del movimiento social denominado Morena, que venía barriendo con todo, tanto, que obligó a los corruptos priistas a entregar el país antes de la elección a Andrés Manuel López Obrador, a cambio de impunidad, pero el candidato morenista veracruzano en vez de asesorarse por políticos con experiencia que lo orientaran sobre lo que seguía para caminar con paso firme rumbo al éxito, se rodeó de amigos y recomendados, todos improvisados, con los que jugó a aquello de ir dando a conocer la identidad de los nuevos secretarios poco a poco, como si eso fuera más importante que reunirlos, darles la responsabilidad de armar un programa de gobierno con base en lo que les estaban a punto de heredar, y comenzar a trabajar. Lo anterior antes, durante y después de la elección, hasta la toma de posesión, de tal forma que a estas alturas los veracruzanos ya tuviéramos resultados altamente positivos de un nuevo gobierno, que además de su eficiencia fuera el que mejor relación de amistad y compromiso político tuviera con el presidente de México, algo que en la historia política de Veracruz nunca se ha visto.

Con todas las ventajas a su favor, con el tiempo suficiente para planear y probar con quién sí y con quién no, con la advertencia de que Yunes Linares al saber de su derrota le hizo en el sentido de que su lucha no había concluido, los morenos triunfadores no hicieron nada… La pachanga de celebración del triunfo al parecer no ha terminado y los veracruzanos comienzan a desencantarse por las altas expectativas que se hicieron…

Tuvieron todo para hacer algo nuevo y no lo aprovecharon; llegaron sin compromisos políticos ni acuerdos en lo oscurito, y no capitalizaron esa ventaja, su única obligación era trabajar en la reconstrucción del estado para cumplir con un compromiso con los votantes y así consolidar en Veracruz el proyecto de Andrés Manuel López Obrador.



Todavía vienen arrastrando el fracaso que significa no poder mover al Fiscal del estado de su encargo, algo que para cualquier exmandatario hubiera sido lo más fácil, y en términos de pelota caliente es como no batearle a una recta de sesenta millas que viene al mero centro. Pregúntenle a López Obrador a dónde mandaría esa pelota; ellos no, se dejaron ganar como quien le quita la prenda más pequeña a una borracha, permitieron incluso que les quitaran a tres de sus compañeros que hoy están al servicio de Yunes Linares quien les mandó unos billetes a cambio de su voto, no fueron capaces ni de amarrar los votos de los diputados locales que llegaron gracias a Morena al Congreso Local. Una platicada con cada uno, apretando tuercas, advirtiendo las consecuencias de una traición y a ver si se atreven a traicionar. Una llamadita a la “cordura” al mercachifles de la política Gonzalo Guizar y no ca… que se alinea, él sabe mucho de eso, pero no, a nadie se le ocurrió hacer nada, dejaron que Yunes caminara solito y hoy tiene de su lado al Congreso. ¿Qué sigue para el choleño además de amenazas?… a lo mejor terminar de fracturar al nuevo gobierno y poner al frente a uno de los suyos, además de venderse en el PAN nacional como el único que se le pone al brinco al presidente, al que insulta cuantas veces quiere y nadie le hace nada.

Lamentable y muy triste por todos los paisanos de Veracruz que lo hemos padecido.
fuente formato siete