Walter Montoya llegó a Cruz Azul con muchas expectativas, pero poco a poco se apagaron. Heredó el “10” que dejó vacante el “Chaco” Giménez y no logró llenar su lugar, ni con actuaciones estelares, mucho menos con goles.

Su inicio fue prometedor, mostró chispazos que ilusionaron a la afición cementera, sin embargo, no logró despegar. La institución desembolsó cinco millones y medio de euros y así se convirtió en la contratación más cara en la historia de la Máquina y no rindió lo esperado, ni de cerca.
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