El disque empresario Antonio del Río Argudín está buscando obtener un cargo público en la administración estatal de Cuitláhuac García Jiménez, pues se le ve muy cercano a los funcionarios morenistas. Lo malo es que el hombre que se disfraza de empresario de paneles solares cuenta con el repudio de muchos veracruzanos entre los que se encuentran actores políticos que lo han visto saltar de un partido político a otro, periodistas a los que no les ha cumplido los convenios de publicidad y les debe dinero y gente de la sociedad civil a la que Antonio le ha prometido apoyos para rehabilitación de escuelas, parques y otros espacios públicos, y a la mera hora no les ha cumplido.

A los morenistas ya les advirtieron que si integran a este sujeto a la administración estatal, la credibilidad que tiene el gobierno de García Jiménez se iría a pique porque del Río tiene fama de ser un hombre sin principios, valores ni ética. Aparte es un hombre que no tiene palabra pues mucha gente lo señala de prometerles las perlas de la virgen, el oro y el moro y a la mera hora no les da nada.

Es más, del Río es un hombre que se esconde de sus acreedores para no pagarles. Todos recuerdan que una semana antes de las elecciones del 1 de julio, Antonio dejó de apoyar al entonces candidato a la gubernatura de Veracruz, Pepe Yunes, y prefirió levantarle la mano a Miguel Ángel Yunes, pero tiene tan mala suerte que su candidato perdió.

Al ver los resultados de la elección y después de haber golpeado mediáticamente a Cuitláhuac y AMLO, a Anntonio no le quedó otro remedio que buscar a los morenos porque es un oportunista que sólo quiere vivir del erario público porque no sabe trabajar, solo es un simulador.