El Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) es un impuesto curioso, pues en teoría su objetivo principal no es la recaudación de impuestos sino desincentivar el consumo de productos nocivos para la salud (como bebidas alcohólicas o azucaradas) o para el medio ambiente (como los combustibles).

Sin embargo, esto ha causado controversias, pues en ocasiones no se habido una reducción ostensible en el consumo de algunos de estos productos (como con las galletas). Además, la Asociación Nacional de Productores de Refresco y Aguas Carbonatadas (Anprac) ha acusado a Hacienda de no ser transparente en el uso que hace de los recursos obtenidos a través del cobro del impuesto. También están los que señalan al impuesto como responsable de frenar el crecimiento económico de los sectores afectados.

Una de éstos es Jaime Bonilla Valdez, senador del partido Morena, quien presentó una iniciativa para reformar la Ley del IEPS con la finalidad de darle un tratamiento especial a la industria de la cerveza artesanal en nuestro país.

Actualmente, la cerveza está gravada con un IEPS del 26.5%. La propuesta del legislador es aplicar una tasa del 5% por los primeros 25,000 hectolitros (2.5 millones de litros) vendidos o importados durante el ejercicio fiscal. A todas las ventas posteriores, propone el legislador, deberá aplicarse la tasa del 26.5%.

Según la estimación presentada por el legislador, la reducción del impuesto no mermaría la recaudación, pues incrementaría las ventas del sector en 60%, lo que en última instancia también incrementaría lo recaudado.

En su exposición de motivos, el senador expone que México es la primer exportadora de cerveza a nivel mundial, y la cuarta productora después de China, EEUU y Brasil. Además,la industria es responsable de generar 680,000 empleos, de los cuales, 6,800 son provienen de las 626 cerveceras artesanales que existen actualmente en México.















fuente: el contribuyente