Los familiares más cercanos al joven abogado Jorge Winckler Ortíz saben que no menos de diez veces le ha presentado su renuncia al cargo de Fiscal General del Estado al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, solo que éste lo ha mandado de regreso al cargo para que permanezca ahí hasta que él se lo ordene: a un gobernador no se le renuncia, si es necesario los corre pero ellos no pueden tirar el trabajo, le habría dicho a Jorgito quien con la cola entre las piernas ha tenido que aguantar vara.



El Fiscal sabe que lo que ha hecho no es lo más correcto, que ha hecho lo que le han ordenado, simulando en muchos casos que aplica la justicia y por eso se le han caído los asuntos, y que ha dejado de cumplir con los veracruzanos porque la orden es hacer solo lo que se le ordene, nada más.

Las fuertes críticas que ha merecido su actuación al frente de la Fiscalía y el inicio de un juicio político con el nuevo Congreso Local son el resultado de tanta irregularidad en que ha incurrido y no por ignorancia sino porque así le han pedido que se haga. Los abusos, igual, son la respuesta a una orden: hay que meterlo a la cárcel y van para adentro los señalados aunque les tengan que montar presuntos delitos, lo importante es cumplir con el jefe.

Obviamente, el joven Winckler no es un alma de Dios, tiene lo suyo, lo trae en su ADN, no en balde el gobierno de Oaxaca investiga a su señor padre, don Jorge Winckler Yessin, por presuntos actos indebidos que ha cometido como notario público número 35 de Salina Cruz. El notario Winckler –dice la prensa de aquel lugar– ha acumulado denuncias desde el 2004 por dar fe en actos jurídicos irregulares. Uno de ellos es la protocolización de la sociedad de producción rural de responsabilidad limitada Magueyeros Chontales y Zapotecos de Yautepec. Ese año, la diputada federal priista Sofía Castro Ríos y uno de sus hermanos convocaron a mezcaleros de esa región a constituirse en sociedad para obtener recursos federales, estatales y municipales.

En 2006, por gestiones de los hermanos Castro Ríos, la unión de mezcaleros signó un convenio con la Secretaría de Desarrollo Rural de Oaxaca, mediante el cual accedieron a recursos millonarios del erario y a la venta de una planta productora de mezcal por la que el gobierno de Ulises Ruiz pagó el triple del costo original. Jorge Winckler Yessin fue involucrado en el fraude por dar fe de la integración de la sociedad de mezcaleros controlada por la exdiputada y su hermano José Castro Ríos.



Los problemas en los que se ha metido la familia Winckler por incurrir en actos irregulares en perjuicio de ciudadanos los tienen con un pie aquí y otro lejos del país, por eso todo parece indicar que apenas asuma el gobierno el morenista Cuitláhuac García, el Fiscal le pedirá que acepte su renuncia que por supuesto no lo libra de delitos que ha cometido y por los que será enjuiciado, según nos han comentado diputados y personas que ocuparán cargos de gran relevancia en el gobierno que inicia actividades dentro de solo trece días. Jorge Winckler podría ser el primero de una veintena de yunistas que correrán la misma suerte que algunos duartistas. La historia se repite.

Que a nadie le extrañe que, de un momento a otro, se dé a conocer la noticia de la renuncia de Jorge Winckler Ortíz. Más le vale.
fuente formato siete