Por: Héctor Saldierna

Cuando fue derribado el Muro de Berlín en 1989, se creía que sería el punto final para que ningún otro en el mundo se construyera, en cualquier lugar, en cualquier país, habida cuenta que un muro significa separación, desunión y todo lo que comprende la ausencia de armonía entre los seres humanos.

Cuando cayó el muro de Berlín, que causó una algarabía mundial, se derrumbaron también otras ideologías vinculadas con el socialismo y en esa misma época Gorbachov, en la Unión Soviética, anunciaba la desaparición de la federación rusa y con ello el debilitamiento de la nación que hacía contrapeso a la otra potencia, Estados Unidos.

La edificación de los muros siempre estará ligada a situaciones anómalas que no corresponden a la buena comunicación y al entendimiento de las naciones en el mundo. Su construcción tiene más bien un valor simbólico de la destrucción de las buenas y fructíferas relaciones.

Pero todos esos conceptos no tienen nada que ver con la actitud de Donald Trump, el ahora presidente de los Estados Unidos que un día sí y otro también, anuncia con gritos y señas desmesuradas que debe construirse un muro grande y extenso para que no haya migraciones y, entonces, su país recobre su esplendor.

Con estas actitudes y acciones de un presidente se están dando pasos hacia atrás de manera alarmante. A la par que habla de su construcción, también sin recato afirma que este muro lo pagará México ante la complacencia y mutismo del presidente mexicano Enrique Peña Nieto que no reacciona ante la actitud beligerante y de falta de respeto hacia México y los mexicanos.

EL MURO DE LA VERGÜENZA

Han sido directores de cine, artistas plásticos y fotógrafos que han tenido la sensibilidad de captar el ominoso papel que tiene la edificación de un muro. Hace 15 años Israel levantó un muro de 700 kilómetros a lo largo de la frontera con Palestina y han sido personajes como Banksy, artista ibritánico, que ha realizado nueve pinturas en las que exhibe paisajes desoladores en la parte palestina.

El director de cine israelí. Gilad Baram, acompañando al fotógrafo checoeslovaco Josef Koudelka, han hecho un recorrido a lo largo de estos cientos de kilómetros en cuya cicatriz aún fluye la sangre.

Baram califica a esta edificación como el Muro de la Vergüenza por las razones básicas que representan separación, desunión y falta de entendimiento entre las naciones y los pueblos en el mundo. Con su cámara de cine y con la fotografía han recopilado un material muy interesante que ahora se ha exhibido en la ciudad de México.

Por la atropellada mente de Donald Trump no advierte que este muro que pretende ahora edificar en la larga frontera entre México y Estados Unidos sólo contribuirá a fomentar la ausencia de entendimiento y que sí no está de acuerdo con una adecuada comunicación, evidentemente también tiene que ver con su aversión hacia un Acuerdo de Libre Comercio.

Por eso es que no hay noticias halagadoras para la parte mexicana y la canadiense que se logre un adecuado acuerdo de carácter comercial, sobre todo porque en la mentalidad de Trump, Estados Unidos pierde mucho dinero y, en cambio, sus socios, salen ganadores en todos los aspectos.

UTIL DETENER MIGRACION MEXICANA

Pide también que ya no haya migración de mexicanos hacia los Estados Unidos, como un requisito indispensable para el Tratado de Libre Comercio. En verdad tiene razón esa apreciación, pero se advierte que no se encuentra debidamente informado porque a raíz de la suscripción del TLC México ha perdido soberanía y ante el abandono que las mismas autoridades mexicanas han propiciado en relación al agro, ello provoca la necesidad de mano de

obra en la contraparte gringa, que es la que ha salido avante y ganadora en materia de agroindustria.

En realidad y con base a lo que ocurre en México, tal vez nuestro país obtenga mejores condiciones de vida para sus habitantes sí hay algunas negociaciones en materia comercial, sobre todo sí se obliga al gobierno mexicano a que respalde al desarrollo del campo y que haya generación de miles de fuentes de empleo, con lo que en automático evitaría la migración de connacionales hacia los campos de cultivo de la vecina nación.

Y hasta la próxima