Por lo que hemos visto estos últimos días (y lo que veremos en los 67 que faltan para que concluya el mini gobierno), dejar sembradas minas que le exploten a Cuitláhuac García Jiménez y su equipo de trabajo es una estrategia ruin que tiene como destinatarios a los veracruzanos, quienes sufriremos más violencia, más problemas económicos, más rezago en todas las áreas de la administración pública para que así se vaya creando en el imaginario colectivo un sentimiento de desencanto hacia un gobierno que no pudo resolver nuestros problemas.



Es mezquindad, es jugar con el futuro de los veracruzanos, es perversidad criminal o llámelo como quiera pero a eso se están dedicando los funcionarios yunistas-panistas en estos días, que nos permitirán ver si todos los panistas están de acuerdo con esta estrategia que tendrá mayor claridad si le dejan a los Yunes la dirigencia estatal del PAN, y la siga usando para sus intereses personales y no los del panismo veracruzano, en este caso, para utilizar al partido como ariete contra el morenismo en el gobierno y, al mismo tiempo, preparar el camino para volver al ataque con el Chiquiyunes.

La primera señal que nos han dado y que va en este sentido, es que uno de los operadores políticos del cártel de los Yunes del Estero, José Mancha Alarcón, señalado por infinidad de actos de corrupción en este bienio, que le sirvieron para enriquecerse, es que solicitó, la noche del jueves, licencia al cargo de Presidente del CDE del PAN con el fin de cumplir con las normas que rigen a la institución y poder participar en la contienda interna para renovar la dirigencia. Pepe Mancha es el personaje idóneo para el todavía gobernador.

El documento de su licencia lo hizo llegar a la Secretaría General que, de acuerdo al reglamento, deberá convocar a sesión de Comité para informar sobre la solicitud de licencia y proceder a nombrar a quien sustituya a José Mancha Alarcón por el tiempo que la misma dure.

José de Jesús Mancha Alarcón ya había externado su intención de participar en la contienda interna por la Presidencia del CDE. Según se establece en la convocatoria emitida por la Comisión Estatal Organizadora para la elección del Comité Directivo Estatal, el periodo de recolección de firmas de apoyo inició el 18 de septiembre y concluirá hasta el 7 de octubre, mismo periodo en el que se recibirán las solicitudes para el registro de planillas.



El principal problema al que se enfrenta Miguel Ángel Yunes Linares en esta nueva empresa se llama Andrés Manuel López Obrador, quien junto con la maestra Elba Esther Gordillo Morales, la secretaría de Energía Rocío Nahle, los fidelistas que han logrado establecer contacto con importantes actores políticos cercanos a quien será presidente de México y hasta Manuel Espino, enemigo casado de Yunes y operador de AMLO, le tienden la cama al choleño para detenerlo en sus obsesivos intentos.

La advertencia que le ha hecho la Auditoría Superior de la Federación sobre supuestos malos manejos de los fondos públicos, desviados para la campaña de su hijo, así como los expedientes en manos de la PGR de denuncias en su contra por delitos como enriquecimiento inexplicable (sobre todo la interpuesta para el SNTE a través de la sección 32 que entregó en la PGR el extinto líder Juan Nicolás Callejas Arroyo), otras que tienen que ver con empresas propiedad de su familia que se dedicaron a saquear los fondos del ISSSTE cuando Yunes fue Director General, más otras que le están armando por los desaparecidos de su gobierno, serán usadas como instrumento para activarlas y dejarlo fuera de combate junto con su camarilla.

Yunes tiene en contra que, apenas concluya su desastrosa administración, quedará en la orfandad política: en el CEN del PAN no lo ven con buenos ojos, ya no está en Gobernación su socio Miguel Ángel Osorio Chong; su compadre, el político hidalguense Jesús Murillo Karam, está fuera, y las ofensas que le profirió directamente a Andrés Manuel López Obrador cuando éste andaba en campaña, lastimaron a todo el morenismo que hoy clama porque se haga justicia en Veracruz ante todos los latrocinios y abusos de poder en que ha incurrido el gobernante.