AMLO no podrá cumplir con sus promesas de campaña
Fecha: 18/09/2018
Hora: 06:05 hrs.


Aunque falta mucho tiempo (dos meses y medio) para que asuma la Presidencia de la República, el activismo que sigue desplegando el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, genera inquietud entre la población que ya pide resultados de las promesas que hizo en todos los años en que realizó campaña por todo el territorio mexicano, ofreciendo resolver los grandes problemas del país, y eso lo pone contra las tablas.



Echándole un poco de política ficción, ayer unos ociosos, entre ellos el que esto escribe, concebimos una hipótesis basada en la nula lucha electoral que el PRI dio en la pasada contienda, lo que permitió que a López Obrador se le considerara ganador desde que arrancó su tercera y decisiva campaña con adversarios al frente.

Hace aproximadamente un año, un grupo de políticos, los llamados por López Obrador como “la mafia en el poder”, se reunieron muy preocupados para analizar lo que pasaría en la elección presidencial, encabezados por Carlos Salinas de Gortari, Diego Fernández de Cevallos, Ricardo Anaya Cortés, Dante Delgado Rannauro y Manlio Fabio Beltrones. Estaban preocupados porque los números que tenían coincidían en que la ciudadanía estaba hasta la madre del PRI y el PAN, que por lo tanto se inclinarían a favor de Morena, el partido que fundó para tomar como bandera para su candidatura el político tabasqueño Andrés Manuel López Obrador.

Nada podía detener el crecimiento diario que registraba ese movimiento social deseoso de que las cosas cambiaran en el país, de detener la ola de violencia que se generó con la salida de los cuarteles de las fuerzas del Ejército Mexicano y de la Marina, de los escandalosos saqueos en que estaban incurriendo los gobernadores, de los miles de desaparecidos, del crecimiento de la pobreza y la concentración de la riqueza cada vez en menos familias, en fin… México al borde de una guerra civil.

Las redes sociales se encargaban a diario de sumar adeptos a favor de AMLO.



Los mafiosos tomaron en primera instancia una medida: formaron una alianza entre el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano, para tratar de enfrentar y detener a López Obrador; le sumaron dos independientes, Margarita Zavala, quien se encargaría de sumar los votos de la mujer mexicana, y al gobernador de Nuevo León, Jaime Reyes Calderón, para que le mentara la madre al izquierdoso; creyeron que con eso era suficiente para abrirle paso a un candidato híbrido (PAN-PRI) como José Antonio Meade Kuribreña, un tecnócrata experto en finanzas públicas a quien no hay de que señalarlo en el desempeño de los cargos que ha ocupado, corrupto no ha sido.

Con este proyecto todos estuvieron de acuerdo, quedaron contentos y convencidos que así lograrían vencer al Peje y se pusieron a chambear. La primera decepción que se llevaron fue que Pepe Meade no produjo ninguna reacción favorable a su candidatura; luego, que Margarita Zavala no lograba sumar a ninguna mexicana en torno a su proyecto, y luego, El Bronco no servía para maldita la cosa, como que se apanicó a la hora de la hora y valió madres su intervención de acuerdo al proyecto.

El que sí logró subir puntos de inmediato fue Ricardo Anaya quien perdió el piso, se sintió con suficientes agallas para ganarle a AMLO la elección con su alianza de partiditos, se desmarcó de los mafiosos y se fue por la libre, tanto, que llegó a amenazar al presidente Peña con llevarlo a la cárcel por los actos de corrupción en los que había caído a lo largo de su administración, creyendo que con eso ganaría más puntos, pero se le revirtió y por poco termina él en el bote.

Al arranque formal de la campaña, los miembros de la mafia en el poder ya sabían que nada podía detener a su más odiado adversario, que hicieran lo que hicieran la sociedad estaba con López Obrador y con él la iban a jugar. Entonces tomaron la decisión: hay que contactarlo, decirle que le vamos a respetar su triunfo, es más, que le vamos a facilitar las cosas para que el país no se nos vaya a incendiar, y adelante, que pase: ¿para cuánto les gusta que le dure a los mexicanos el gusto?, preguntó Salinas, quien se contestó: son tantas las promesas que ha hecho y tan jodido que le vamos a dejar el país que, en menos de un año, ya tendrá a la gente en contra reclamando que cumpla, y no va a poder. En ese tiempo ya veremos qué hacemos para recuperar el poder a través de uno de los suyos o de un político con experiencia que logre poner orden, y se acabó la calentura de los mexicanos que quieren democracia.

Lo extraño de todo es que, de momento, los medios de comunicación de mayor influencia en México, que atacaban a López Obrador, de un día para otro cambiaron su línea editorial; le empezaron a manejar encuestas con mucha ventaja, hasta de 20 puntos; él mismo cambió el discurso y dejó de referirse a Enrique Peña y sus colaboradores como los miembros de la “mafia en el poder”, ya no sugirió que “el innombrable” Salinas estaba detrás de los complots en su contra; Televisa le prestó el estadio Azteca y le organizó un mega cierre de campaña y Enrique Peña se puso a disposición, como vasallo, no como Presidente de México que es, de quien va a conducir los destinos del país a partir del primero de diciembre.

Mientras una campaña en su contra ya se deja sentir en los medios y en las redes sociales en el sentido de que no podrá cumplir con sus promesas. Pero ya lo enfrentaron los grupos de desaparecidos (miles) y no quedaron nada contentos con sus respuestas; al Ejército y la Marina no los pudo regresar a sus cuarteles como lo había ofrecido… y así se le van juntando negativos que son subidos a las redes donde encuentran caja de resonancia, de reclamos, a alguien que todavía no toma el poder pero que ya lo ven como Presidente porque Peña le cedió el paso, a lo mejor con toda la mala leche.

Todo esto suena interesante, el camino hacia la desilusión y el desencanto está bien abonado…

* Usuario, Fecha y Hora de Creación: ID5 - 18/09/2018 - 06:08:43 hrs.
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