El ultra que busca sacar partido a un navajazo
Fecha: 13/09/2018
Hora: 06:17 hrs.


São Paulo, BRASIL, 10 de septiembre, 2018 |
Llevaba una camiseta amarillo chillón para que, luego en las fotos, se le distinguiese entre los cientos de seguidores agolpados a su alrededor. Jair Bolsonaro, el odiado ultraderechista y, a la vez, el admirado hombre de a pie que le planta cara a la élite política brasileña, el candidato con más intención de voto y más rechazo en las encuestas para las presidenciales de octubre, estaba flotando muy visiblemente sobre cientos de sus partidarios. Iba cargado en hombros, en Juiz de Fora, una ciudad de medio millón de habitantes en lo profundo de Minas Gerais, al sudeste de Brasil. Y de forma igualmente visible, en un segundo todo empezó a ir mal.
Bolsonaro grita y se lleva las manos al costado. Un enfermo mental de 40 años acaba de apuñalarle en el abdomen con un cuchillo de cocina. Le ha cortado una vena y parte de su intestino grueso. Algunos testigos comentarían luego que vieron las heces del candidato desparramarse por la escena. Varios hombres agarran el cuerpo para llevarlo al hospital. Son tantos y van tan rápido que, a lo lejos, solo se ve la camiseta amarilla. Son las tres de la tarde y Brasil está a punto de sumirse una vez más en lo desconocido. Por primera vez en su joven democracia, un candidato presidencial ha sido atacado.
Bolsonaro fue operado de urgencia y con éxito. Para cuando despertó, todo había cambiado. Sus 12 rivales habían interrumpido sus campañas. Las instituciones de las que tantas veces se había burlado le deseaban lo mejor. Y él, Jair Messias Bolsonaro, tendría que estar hospitalizado una semana más y reposando en casa el mes que falta para los comicios.

* Usuario, Fecha y Hora de Creación: ID5 - 13/09/2018 - 06:18:45 hrs.
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