En medio del debate actual que se lleva a cabo en Cuba para que la constitución del país permita el matrimonio igualitario, la iglesia católica lo condenó asegurando que se trata de una ideología impuesta por "países ricos".

El arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García, declaró que el matrimonio entre personas del mismo sexo, es antinatural y forma parte de un "colonialismo ideológico" promovida por otros países.

"Ignorar lo que por naturaleza nos ha sido dado o ir en contra de las leyes y procesos inscritos, incluso genéticamente, en nuestro ser trae siempre consecuencias lamentables ya sea de inmediato o con el correr de los años", afirmó el prelado en una carta pública.

García aseguró que "esas ideas" son ajenas a la cultura cubana, y que provienen del "imperialismo cultural" de países poderosos.

Esas naciones, agregó, "se valen del creciente proceso de globalización y tratan de influir para crear una cultura uniforme que acepte y adopte sus criterios descalificando a los de los otros".

"Han penetrado los organismos internacionales, de tal manera que, los países ricos influyen en países menos desarrollados necesitados de ayudas económicas", escribió García en la misiva.

El arzobispo aseguró que los grupos de poder condicionan esa ayuda a la aceptación de sus ideas.

Para García, el cambio preocupa a "creyentes y no creyentes, cristianos y no cristianos, científicos y personas con menos preparación, del campo y de la ciudad, civiles y militares, adultos y jóvenes".

Según el arzobispo, "es falso alegar que es propio de una revolución hacer cambios como este, romper con las tradiciones. La manera de celebrar un matrimonio sí puede ser considerada una tradición, pero no el matrimonio en sí".