El conjunto galo se coronó este domingo en la Copa del Mundo Rusia 2018, luego de vencer 4-2 a Croacia en el Estadio Luzhniki de Moscú.
Los goles que permitieron la victoria francesa fueron obra de Mario Mandzukic (autogol) al minuto 18, Antoine Griezmann (penal) al 36′, Paul Pogba al 58′ y Kylian Mbappé al 64′; en tanto, los croatas descontaron con tantos de Ivan Perisic al 28′ y Mario Manzukic al 68′.
En un partido plagado de errores y genialidades, los franceses hicieron valer su contundencia, luego de generar sólo ocho ocasiones de gol; sin embargo, fueron capaces de marcar en cuatro de ellas, y supieron manejar el partido para alzar la Copa FIFA.
El balón rodó en el Estadio Luzhniki en Moscú y solo le tomó 18 minutos colarse en las redes de la cabaña balcánica, cuando el atacante francés Antoine Griezmann cobró un tiro libre que fue desviado por el delantero croata Mario Mandzukic.
Los croatas remaron contra corriente como lo hicieron a lo largo de todos los partidos de eliminación directa y 10 minutos después empataron los cartones, gracias a un gran gol del delantero Ivan Perisic, quien tomó un rebote y mandó un zurdazo impresionante.
Parecía que se venía la remontada de los “Vatrenis”, pero Griezmann decidió lo contrario al marcar desde los once pasos el 2-1, después de que el árbitro argentino Néstor Pitana indicó un penal ayudado del Video Asistente Arbitral (VAR).
Después del descanso, Croacia continuó en el mismo tenor metiendo a los franceses en su propio campo; sin embargo, Francia dio un golpe en la mesa y aprovechó una desatención de la zaga rival en la que Paul Pogba le pegó desde afuera del área para ampliar la ventaja.
Sólo seis minutos después, el joven atacante francés Kylian Mbappé replicó lo hecho por su compañero Pogba, probó al arquero croata Danijel Subasic desde afuera del área y éste no tuvo reacción, gol con el que liquidó el encuentro.
Todo parecía escrito, pero Mandzukic estaba dispuesto a lavar su error y fue a pelear un balón perdido, el cual dio lugar al grave exceso de confianza del arquero francés Hugo Lloris, quien intentó un recorte en lugar de despejar, lo perdió y el rebote significó el 4-2 definitivo.
Con este resultado, Francia obtiene su segunda Copa del Mundo y catapulta a su técnico Didier Deschamps a los anales de la historia, al ser el tercer jugador y entrenador que campeona con su selección, como lo hicieron en su momento el brasileño Mario Zagallo y el alemán Franz Beckenbauer.
(Con información de Notimex)