Los peruanos esperan por el regreso a Lima del vicepresidente y embajador en Canadá para que asuma la jefatura del Estado tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski.

Martín Vizcarra, de 55 años, tomará posesión este viernes, dijo el presidente del Congreso, Luis Galarreta, con la esperanza de que el país supere una crisis política que afectó a una de las economías de mayor expansión en América Latina.

"El señor Vizcarra va a gobernar los tres años y medio de lo que falta del actual mandato de Gobierno", dijo el portavoz del mayor partido opositor en el Congreso, Daniel Salaverry.

"Creo que en ese periodo se pueden hacer cosas muy importantes por el país si es que tiene un mensaje de unidad", afirmó.

El Congreso inició en tanto un debate sobre la renuncia de Kuczynski, la que esperan aprobarla formalmente el viernes cuando Vizcarra arribe a Lima y así evitar un vacío de poder.

Kuczynski, un exbanquero que asumió la presidencia en el 2016, renunció el miércoles a su cargo presionado por acusaciones de corrupción mientras el Congreso dominado por la oposición tramitaba un pedido para destituirlo.

El Congreso propuso una investigación por presuntamente haberse beneficiado de contratos entre firmas consultoras vinculadas al mandatario con la empresa brasileña Odebrecht, que admitió sobornos en varios países de América Latina.

Los mercados, que aplaudieron el ascenso de Kuczynski al poder, recibieron la renuncia de forma positiva por la expectativa de que con ello terminaría la incertidumbre política.

Vizcarra planea cambiar a la cuestionada primera ministra, Mercedes Aráoz, como parte de su intento por formar un gabinete de consenso con los grupos políticos e instituciones del país, y bajar las tensiones con la oposición, dijeron dos fuentes cercanas al entrante mandatario.

Por otra parte, el aún mandatario, usando vestimenta informal, llegó hoy a Palacio de Gobierno para despedirse de los trabajadores del recinto.

Imágenes de televisión mostraron antes a decenas de periodistas y policías en los alrededores de la vivienda de Kuczynski ubicada en un distrito residencial de Lima, cuyas calles cercanas lucían con vallas de seguridad.

"Ellos creen que me han tirado al botadero (basurero). Yo no estoy en el botadero, yo soy el Fénix que te defiende a ti, pueblo peruano", dijo Kuczynski la noche del miércoles frente a su casa, a donde habían llegado decenas de simpatizantes.

Los fiscales de una unidad especial contra la corrupción en Perú solicitaron a un juez una orden de arraigo para él, mientras investigan pagos de Odebrecht a dos firmas consultoras a las cuales se le vincula, comentó una fuente judicial que declinó ser identificada.

Cuando era candidato en el 2016 renunció a su ciudadanía estadunidense para poder postularse a la presidencia.

En febrero, el embajador de Estados Unidos en Perú, Krishna Urs, se negó a confirmar que Kuczynski ya no tenía dicha ciudadanía.




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