Mejor Director, la “monstruosa” consagración de Guillermo del Toro
Fecha: 04/03/2018
Hora: 07:53 hrs.


Este domingo se realiza la ceremonia de los Premios Oscar y el mexicano participa como favorito en la categoría de Mejor Director

Hace cinco años, saber que Alfonso Cuarón podría ganar un Oscar a Mejor Director era una completa locura. Desde aquella hazaña comenzó una racha dominante de directores mexicanos que han ganado el premio. Al logro de Cuarón siguieron las dos conquistas de Alejandro González Iñárritu, primero por Birdman y luego por El renacido y apenas el año pasado Damien Chazelle se coló en la lista. Ahora podría ser Guillermo del Toro el mexicano que se lleve el premio y hacer que Los Tres Amigos se tiñan de oro.

Cabe destacar que en caso de ganar Guillermo del Toro, aumentaría una estadística curiosa, pues en los últimos 10 años, Chazelle y Kathryn Bigelow son los únicos directores de nacionalidad estadunidense que se han llevado el premio.

Desde que comenzó la temporada de premios el mexicano ha sido dominante y se ha llevado los premios principales, por lo que figura como el favorito. Otros, como Paul Thomas Anderson llegaron a la cita sin ningún premio importante (como ya hicieron Lenny Abrahamson, Bennett Miller o Benh Zeitlin), y este año también causa particular notoriedad la ausencia de cineastas importantes como Martin McDonagh, de Tres anuncios por un crimen, así como las ausencias de Steven Spielberg (nominado al Globo y al Critics’ Choice) y Luca Guadagnino (presente en BAFTA y Critics’).

Paul Thomas Anderson. Se trata de uno de los directores más importantes de las últimas décadas en Estados Unidos, pero al que la Academia no ha sabido valorar. En su prolífica carrera cinco de sus filmes han tenido alguna nominación, y solo en una ocasión anterior fue considerado a Mejor Director por Pozos de la ambición: hace 10 años cuando le dio a Daniel Day-Lewis un Oscar a su colección. Ahora regresa la dupla con El hilo fantasma, una película que primero era un misterio y luego resultó un filme elegante y fascinante. Nos cuenta la historia de amor posesivo entre el famoso modisto Reynolds Woodcock y una joven que se vuelve su musa. Aquí ya no es el cineasta que busca desbordar la emoción como hace 20 años con Boogie Nights y Magnolia, sino que se muestra más contemplativo y reflexivo que nunca. Un meticuloso trabajo digno de aplausos.

Guillermo del Toro. Ya se ha dicho mucho pero el simple hecho de que el mexicano haya alcanzado una nominación a Mejor Director, sin perder la esencia de su amor por el cine de horror y fantasía ya era una victoria. Es uno de esos cineastas que decidió hacer una carrera en un género que no suele ser reconocidos por premios como los Oscar (como el caso de otros, tales, Terry Gilliam o Tim Burton), sin embargo el alcance y empuje de La forma del agua ha sido fenomenal y con toda justicia. Con este filme ha logrado algo poco visto, que es el de conjugar en una sola película de una hermosa manera, detallada y con tanta sensibilidad, una gran cantidad de géneros cinematográficos alrededor de la figura del monstruo. La forma del agua es, por encima de todo, una carta de amor al cine. Sus triunfos en los Globos de Oro, BAFTA, Critics’ Choice y el sindicato de directores lo colocan como el gran favorito.

Greta Gerwig. Solo cinco mujeres han sido nominadas a esta categoría en la historia: Lina Wertmüller por Pasqualino Settebellezze (1976); Jane Campion por The Piano (1993); Sofia Coppola por Lost in Translation (2003); Kathryn Bigelow por The Hurt Locker (2009), y ahora Greta Gerwig por Lady Bird (2018); hasta el momento sólo Bigelow ganó la estatuilla. De este selecto club de mujeres, Gerwig es la única que tenía una trayectoria consagrada como intérprete antes de ponerse delante de las cámaras. Ella sigue los pasos de Robert Redford o Kevin Costner, dos actores que consiguieron la nominación al Oscar en esta categoría por sus primeras películas como directores (aunque Gerwig ya codirigió Nights and Weekends en 2008). La cineasta nos sorprende con una película que busca la máxima naturalidad en diálogos e interpretaciones, lo que nos revela a una excelente directora de actores. Después de Guillermo del Toro ella es la cineasta con más reconocimientos en esta temporada de premios.

Christopher Nolan. Es curioso que después de una carrera de 19 años y con 10 películas Nolan apenas reciba su primera candidatura como Mejor Director, con Dunkirk. Antes, el británico solo había logrado nominaciones como guionista (por Memento y El Origen) y como productor (por la segunda). Aún está presente esa poca consideración de la Academia por El Origen, fuera de esta categoría. Este año vuelve a sorprender el realizador con una película histórica contada de una forma nada tradicional. Intentó crear una experiencia cinematográfica única que solo podía ser rodada en IMAX (es la primera vez que Nolan rueda una película íntegramente en este formato), y también añadió una complejidad de tres tiempos para el desarrollo del filme, que además escapa de la sensiblería barata que a menudo se ve en el cine estadunidense sobre los filmes de guerra.

Jordan Peele. Es el cineasta más premiado del año por una abrumadora diferencia (si sumamos los premios conseguidos como director y guionista). Ninguna otra película ha dado más que hablar este año que ¡Huye! y su mensaje político es muy poderoso. Gracias a la buena visión del productor Jason Blum, famoso por convertir películas de terror de bajo presupuesto en enormes taquillazos, es que el comediante debuta como cineasta y llega a las grandes ligas. Si bien es cierto que la Academia siempre ha demostrado tener muchos prejuicios sobre el cine de género, poco a poco se han abierto los espacios para reconocerlo. En su filme consigue combinar hábilmente la crítica política, el terror y la comedia, como pocas veces se han visto.



cronica.com.mx

* Usuario, Fecha y Hora de Creación: ID5 - 04/03/2018 - 07:57:48 hrs.
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