Los liderazgos locales del PVEM han presionado a su cúpula para acotar el alcance de la alianza con el PRI y lograr mayores espacios para los ecologistas en plazas donde el Verde tiene mayor fuerza electoral.

El acuerdo hacia la Presidencia se mantiene, pero la crisis en Chiapas no es la única. En el Estado de México y Zacatecas, las negociaciones de la estructura nacional del PVEM con sus cuadros locales son ríspidas.


El líder de los inconformes ecologistas en Chiapas, Eduardo Ramírez, quien renunció a su filiación el pasado domingo, exigió “cancha pareja para todos los aspirantes a la candidatura” y consideró que la rebelión fue un triunfo, luego de concretarse en Chiapas la coalición entre el PRI, PVEM, Nueva Alianza y los partidos locales Mover a Chiapas y Chiapas Unido.

La cúpula del Verde determinó que los derechos políticos electorales de los legisladores se mantienen intactos, tras su renuncia y la posibilidad de que Eduardo Ramírez compita por la candidatura a la gubernatura.

En Zacatecas, el Partido Verde Ecologista de México rompió casi en su totalidad la coalición que había conformado con el PRI y solo irá con el tricolor en ocho de los 18 distritos electorales locales. Además, también presentará candidato propio en los 58 ayuntamientos en disputa.

En el Estado de México, PRI, PVEM y Nueva Alianza la coalición es parcial. Participarán de manera independiente para la renovación de los 125 ayuntamientos.

Pero van coaligados en la renovación de diputados al Congreso local y en 15 distritos electorales, 13 de los cuales serán para el PRI, uno para el Verde Ecologista y uno más para Nueva Alianza, pero en los otros 30 cada uno de los institutos políticos postulará candidatos propios.




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