* Urreta Ortega, el bufón de Yunes; el negrero de obreros.

Inició, allá por diciembre y enero de este año, despepitando contra el (des) gobierno de Miguel Ángel Yunes, pero más pronto enseñó otro rostro y se volvió su aplaudidor principal.

¿Temor, cobardía, respuesta a un favorzote?
¿O aplausos gratuitos como en cualquier circo?

Lo cierto es que el actual presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), José Manuel Urreta Yune… perdón Ortega, se desvive aplaudiendo a quien dice gobernar un estado que amanece y duerme bañado en sangre.

Y si usted me apura tantito, un estado que permanece también durante el día en terapia intensiva, aunque Urreta Ortega diga que está en plena salud.

Como dijera mi abuelita: no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Bueno, hay quien baila con varo.
Tan sólo hoy por la mañana lanzó esta perlita: “…agarraron un estado muy enfermo, entonces necesitamos dar más tiempo para que las cosas se den…”
Mire usted.

¿Necesitará Yunes de este tipo de defensores?, ¿cuánto cobrará este abogadazo por la defensoría?

Lo cierto es que ahora que Urreta tiene una metamorfosis yunesca se ha vuelto un empresario de piel demasiado delgada.

Nada puede un periodista preguntar que responde iracundo, soberbio, prepotente.

¿Será que hasta eso le haya copiado a su amo el (des) gobernador?

Tan intolerante, soberbio y prepotente que su actitud yunesca lo condujo ya a denunciar penalmente al compañero periodista Filiberto Lima.

Es decir, el tipo quiere tomar a los periodistas como piensa con el obrero, a quienes ningunea y negrea, porque tiene la filosofía de sobajarlos con un salario de miér…coles cuando es jueves, pues cree que el empleado debe ganar un mísero salario pero debe dar todo de él: eficiencia y productividad.

¡Ah bárbaro!, dijera Cantinflas.