Un estudio del Centro de Pensamiento Progresista (Center for American Progress) publicado ayer destacó que unos 7 mil 900 dreamers (soñadores), jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos de niños, perdieron la protección del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), como resultado de la decisión del presidente Donald Trump de acabar con ese esquema.

El análisis habla de las consecuencias que la decisión de Trump ya se resiente entre los beneficiarios del DACA, programa proclamado en 2012 por el entonces presidente Barack Obama y que protegió de la deportación a 800 mil jóvenes.

Trump acabó con el plan el pasado 5 de septiembre, pidió al Congreso buscar una solución legislativa en seis meses (antes del 5 de marzo de 2018) y ofreció a los dreamers la posibilidad de renovar su inscripción al DACA si su permiso expiraba entre el 5 de septiembre y el 5 de marzo de 2018, es decir, entre la fecha de su anuncio y el límite dado al Legislativo para actuar.

LÍMITE. La fecha límite para renovar el DACA fue el pasado 5 de oc tubre y, aunque 154 mil jóvenes reunían los requisitos para volver a solicitar ese permiso, 22 mil no lo hicieron, según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés).

De esa forma, cada día, 122 dreamers pierden el beneficio del DACA, según el Centro de Pensamiento Progresista. Según el estudio, 851 personas pierden el amparo de DACA cada semana y 7 mil 901 “soñadores” ya vieron expirar su permiso migratorio desde que Trump comunicó el fin del programa, que les permitía frenar su deportación, obtener un permiso temporal de trabajo y una licencia de conducir.

El análisis menciona polémicos casos en los que se han detenido a “soñadores” y cita el caso del mexicano Daniel Ramírez Medina, el primer dreamers en ser detenido tras la llegada de Trump a la Casa Blanca y al que EU acusa de tener nexos con pandillas, y que ha hecho que su amparo migratorio sea rescindido.

CIUDADANÍA. Por otra parte, centenares de dreamers reclamaron ayer ante el Capitolio de EU un nuevo estatus que incluya una vía hacia la ciudadanía antes de fin de año, tras la medida adoptada por Trump.

Bajo el lema “sin papeles y sin miedo”, centenares de jóvenes indocumentados procedentes de 20 estados diferentes --según los organizadores--, se manifestaron en una marcha desde la Estación Central de Washington hasta el Capitolio federal.

En ella se entonaron consignas como “No a Trump y al Ku Klux Klan; no a unos Estados Unidos racistas” y la protesta se amplió a uno de los edificios del Senado norteamericano. Durante el acto 15 manifestantes fueron arrestados.




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