A dos meses de que tomen posesión los “nuevos” alcaldes, hay preguntas que merecen respuesta inmediata, porque los sucesos presumiblemente delictivos de los últimos meses posteriores a la elección así lo exigen, de otra manera, la sociedad entera se estaría convirtiendo en cómplice de la delincuencia.

Todos vieron a Fernando Yunes Márquez, alcalde electo, en imagen publicada por todos los medios de comunicación, fotografiado con peligroso criminal al que apodan el “H, detenido recientemente por la policía federal.

Dice el adagio popular, “dime con quién andas y te diré quién eres”; la publicación de la imagen debió tener como respuesta la inmediata investigación por parte de la fiscalía; sin embargo, la fiscalía del Winkler, abogado de la familia Yunes, se hace el desentendido y guarda silencio, lo que nos lleva a pensar que la fiscalía viola la ley, es selectiva en sus criterios de investigación.

Si el que viola la ley es amigo o familiar de algún funcionario del gobierno, aparece la ceguera de la fiscalía y, si se trata del hijo del gobernador, impunidad absoluta.

¿Qué hacía Fernando Yunes Márquez con el “H”, y dónde estaban y de qué hablaron o hablan? ¿Tenían negocios en común y de que naturaleza, lícitos o ilícitos? ¿esa foto del “H” donde aparecen con Fernando Yunes Linares, correspondía a una amistad de poco o de largo tiempo? ¿Puede un político como Fernando Yunes Márquez, que se supone es honrado, y debe respetar la ley, tener amistad con un sanguinario delincuente que ordenó la ejecución de una familia con todo y sus niños, crimen que se cometió en el Coatzacoalcos?

Los cuestionamientos debe responderlos Fernando Yunes Márquez. ¿Es posible que el próximo alcalde de la ciudad más importante de Veracruz haya tenido o tenga vínculoscon el más torvo criminal de que se tenga memoria?

La relación de Fernando Yunes Márquez es innegable, a menos que el alcalde electo sufra de narcisismo e exhibicionismo y la fotografía se produjo cuando el alcalde electo iba transitando y se ubicó cuando otros tomaban la foto para el “H” y no pudo Fernando no pudo resistir salir también desaprovechar esa oportunidad. Todo puede ser..

La impunidad es un mal que carcome la credibilidad de la clase política, porque significa que el Estado de Derecho es una falacia, retórica, discurso vacío que oculta la intolerancia, la brutalidad de un sistema que la ley sólo la aplican a los que no pueden pagar por la impunidad o pertenecen a grupos políticos distintos al gobernador en turno.

Fernando Yunes Márquez es, nada más y nada menos, que el hijo del gobernador. Sin duda, primero su candidatura, después su elección como alcalde, es nepotismo puro y es también tratar al poder en Veracruz como la monarquía o sultanato que añoran los Yunes, que la fiscalía no investigue la relación de Fernando Yunes Márquez con el “H”, es un acto de zurrarse en el Estado de Derecho que los Yunes Linares-Márquez, dicen observar.

Hay tiempo aún para que el hijo del gobernador, el alcalde electo, acuda a la fiscalía; también hay tiempo para que la fiscalía llame a todos los involucrados con el “H”.

Esperamos que no prevalezca la desfachatez, la impunidad, la intolerancia, la inmoralidad política, de un grupo que desde hace décadas está bajo sospecha.

Fernando Yunes Márquez, tiene la palabra.